sábado, 6 de octubre de 2012

Capítulo 03: Party Hard

24 de Noviembre
19:00

-Me voy ya a casa de Dan a prepararme, volveré tarde, adiós.- Lana se despidió de su abuela rápidamente y se puso rumbo a casa de Dan, en el otro extremo de la ciudad para arreglarse para la fiesta.
Estaba nerviosa y entusiasmada, parecía que iba a hacer buen tiempo aquella noche, incluso se veía el sol.

Lana cogió la avenida y llego al bloque de pisos donde vivía Dan, llevaba consigo su mochila, con la ropa para cambiarse, y algo de dinero para comprar bebidas o lo que surgiese.
Llamó al timbre,  Dan estaba solo en casa, ya preparado. Iba con unos pantalones pitillo negros, unas zapatillas nike ,una camiseta y una chaqueta americana negra , iba con el pelo despeinado, como solía llevarlo, y sus muñequeras de pinchos, sus favoritas.
Lana se cambió en el cuarto de baño, se puso un vestido cortísimo negro, y unos tacones negros también, se pintó los labios de rojo y se soltó el pelo. Después de eso, cogió el dinero, dejo la mochila allí y salió del cuarto de baño, Dan la estaba esperando. Un ''estas hermosa'' se escapó por su boca, y una sonrisa por la boca de Lana.
Dan y Lana solían andar cogidos de la mano, como una pareja. Pero Lana veía a Dan como un hermano más bien, le parecería raro tener algo más con él, de hecho, no le gustaría especialmente.
Ambos montaron en la Scooter de Lana y se dirigieron al bosque, a las afueras de la gran Londres, no sin antes parar en una gasolinera para comprar cerveza y algo de tabaco.

-Dame el dinero, iré yo.- Dijo Dan.

-Ni hablar, quiero estirar un poco las piernas, aún queda algo de camino.

-Insisto, déjame ir a mí...-Dijo Dan insistentemente, ya bajando de la moto y quitándose el casco.

-De acuerdo... No compres chocolate, que te conozco.

Dan se metió en la tienda de la gasolinera. Justo al entrar Dan un camión aparcó al lado de la pequeña moto de Lana.
Un tipo grande sacó la cabeza por la ventanilla.

-Eh, guapa, ¿tienes fuego?

Lana sacó un pequeño mechero de su monedero y se lo lanzó al hombre. El camionero sacó un cigarro, lo metió entre sus enormes labios y lo encendió, al terminar se lo lanzó a Lana, sin un simple ''gracias''. El hombre salió de la cabina del conductor y se dispuso a echarle gasolina a su camión, Lana no le quitaba el ojo de encima ni un segundo, le daba malas vibraciones. Llevaba una camiseta sin mangas blanca, hacía bastante frío,también llevaba unos vaqueros desgarrados, llenos de barro y deshilados.

-¿Tú que miras princesa?- Dijo el hombre.

Lana bajó la cabeza avergonzada, deseando que Dan apareciese en cualquier momento.
El tipo se acercó a la chica, puso su mano bajo la barbilla y le levantó la cara bruscamente.

-¿No me vas a decir lo que estabas mirando, guapa?- La voz del hombre era grave y vulgar, a Lana le asustaba su tono burlón, le daba asco aquel tipo.

-No.- Por fin sus labios fueron capaces de gesticular y soltar un monosílabo.

El hombre río a carcajadas y le pellizcó la mejilla fuertemente, en ese mismo instante, Dan apareció con una bolsa en la mano, se percató de que algo pasaba y se acercó enseguida.

-¿Quiere algo?- Preguntó Dan con cierto tono desconfiado.

-Anda mira, parece que no hay princesa sin príncipe azul.-El hombre seguía con ese tono burlón, Dan lo odiaba, le sacaba de sus casillas cuando una persona hablaba así.

Dan empezó a enfurecerse, endureció la mandíbula y miró al tipo de arriba a abajo, Lana puso una mano en la barriga de Dan sosteniéndole para que no fuese allí y acabase con el camionero.
El camionero sonrió de oreja a oreja, sin miedo a aquel adolescente que parecía rabiar por su culpa.

-Tranquilo, que ya me voy.-Dijo el hombre, se dispuso a abrir la puerta de la cabina del camión pero no le dio tiempo, Dan le cogió por detrás y lo tiró al suelo, le dio una patada en la mandíbula y a continuación un fuerte puñetazo en el vientre.

-Aprende a tratar a las ''princesas'' como ''princesas'' y no como juguetes, imbécil.

Dan subió a la moto y aceleraron, hasta dejar la gasolinera muy atrás.

22:00

Lana había aparcado a un lado de la carretera que atravesaba el bosque, se iba llenando poco a poco de gente, ya habían llegado los hermanos Chad y Leah.
Dan estaba apoyado en la moto, con un botellín de cerveza en la mano. Estaba realmente frustrado por lo que había pasado con aquel idiota, tenía mucha rabia, ardía en ganas de haberle matado, ¿ acaso no sabía aquel tipo como hay que tratar a una chica? Lana intentaba calmarle, pero no lo conseguía, Dan era así de impulsivo.

-Tranquilizate.- Dijo Lana en un tono leve.

-No puedo.- Dijo Dan elevando la voz.

-Sí puedes, claro que puedes, a mí no me molestó aquel tipo..No demasiado.

-Pues a mí sí.

En ese momento un grupo de amigos se acercaron a los dos adolescentes y les insistieron a que fueran con ellos, más adentro en el bosque a unas ruinas, para comenzar la fiesta.

03:00

La música estaba altísima, apenas se oían los gritos de la muchedumbre. La mayoría ya no se sostenían en pie, se caían al duro suelo del bosque y reían, se levantaban y volvían a caer. Paralelo a todo eso, Lana y Leah mantenían una ''interesante'' charla.

-Le gustas a mi hermano.- Dijo Leah sosteniendo un vaso de Ron caramelizado entre sus enormes dedos.

-Que va...- Dijo Lana, se sentía en otro planeta y eso que ni siquiera se había tomado 3 copas.

La cabeza le daba vueltas, la música resonaba en su cabeza, la voz de Dan también resonaba, aquel camionero, lo que le estaba contando Leah, demasiada información. Lana cayó desvanecida en el suelo.
Leah temblaba, no tenían ni idea de lo que hacer con aquella chica desvanecida en sus pies, comenzó a vomitar todo ese alcohol, Chad y Dan acudieron enseguida. Chad levantó a Lana en brazos pero Dan le dio un empujón.

-¿Qué haces?- Dijo Chad.

-La llevaré yo, imbécil.

-¿Bromeas? Vete por ahí.

Dan le pegó un puñetazo a Chad en la nariz, comenzó a sangrar mucho. Chad dejó a la chica en el suelo y se encaró con Dan. Le dio una patada en el pecho, Dan cayó al suelo con un fuerte dolor que le impedía respirar. Chad le dio una patada en la mandíbula, una muela saltó por los aires, se puso encima de él y comenzó a darle puñetazos en la cara, sangraba por la boca, tenía los ojos morados y apenas podía respirar. Chad sentía la adrenalina corriendo libre por sus venas, toda esa rabia, canalizándola con puñetazos en la cara de Dan. La cara del chico comenzaba a parecer otra, desfigurada. Lo peor de todo es que nadie acudía en la ayuda de Dan.

Chad se quitó de encima de Dan, que estaba jadeante, perdiendo el conocimiento. Cogió a Lana en brazos y la llevó a su coche.La puso en el asiento del copiloto y se puso en la carretera, a 200 km por hora, le daba igual todo. Lana comenzó a abrir los ojos lentamente, se sentía mareada , aturdida.

-¿Dónde estoy?- Dijo Lana casi a voz de susurro.

Chad disminuyó la velocidad y fue parando lentamente el coche, hasta quedarse totalmente inmóvil en medio de la carretera.

-Te has desmayado, te estaba llevando al hospital.

-¿Enserio? Vaya, que poco aguante tengo... Gracias por traerme.- Dijo Lana con una voz dulce, agradecida.

-No tienes que dármelas, no te iba a dejar ahí tirada,¿no?

Lana sonrió sonrojada y le besó en la mejilla, pero entonces Chad giró la cara y se juntaron sus labios. Lana se echó para atrás.

-¿Y Dan?

Chad endureció la mandíbula. Lana le miró, se temió algo malo, era raro que Dan no se hubiese preocupado por ella.

-¿Dónde está Dan?- Insistió Lana.

Chad aceleró, haciendo como que no oía nada. Así como el coche, el corazón de Lana también aceleraba, sentía punzadas en el estómago.

-¿Dónde está Dan? DÍMELO.- Lana gritó y zarandeó a Chad, quién parecía estar conteniéndose para no llorar.

Chad paró lentamente el coche.

-Sal.

-¿Qué?

-¡Que salgas!- Gritó Chad.

Lana abrió la puerta del copiloto lentamente y salió del coche, nada más que puso los dos pies en el suelo Chad aceleró a la velocidad de la luz, y la dejó ahí, tirada, en medio de una carretera infernal de madrugada, con el frío londinense.

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